lunes, 7 de febrero de 2011

La sensibilidad que solo se logra con el pasar de los años.

Cortita y al pie: 
Estaba en la feria esperando para comprar un trozo de queso, 30 personas esperando cuando aparece una joven con una niña de unos 4 años en sus brazos.
La señora tenía una panza bastante pronunciada (la cual en lo personal no había visto) y otra señora (mayor ella, de unos 75 años) hizo su buena obra del día.

Con mucha vehemencia y firmeza le grita al Quesero: "- ¡Una señora embarazada! ¡Atiéndanla por favor! ¡No puede quedar esperando!"

Hasta acá todo normal. El problema fue cuando la joven (de unos 30 años) le dice: "No! nada que ver, ¡no estoy embarazada! Voy a esperar mi turno."


En ese momento se me pasaron varias cosas por la cabeza:

a) Aplauso para la joven que podría haber aprovechado la volada y no lo hizo.

b) Alivio por no ser yo el que estaba en la piel de la "pobre viejita". ¿A quién no le pasó esta situación en un ómnibus? Que duda cuando no sabes si está o no embarazada.

c) Finalmente y hete aquí la enseñanza del post ...

En ese momento donde la vergüenza se apoderaría de uno, cuando no sabes como cubrir "la ofensa" por decirle "gordita bizcochera", momento donde uno diría algo así como: "paah, mil disculpas" ...
en esa terrible encrucijada ... ¿como salió del mal momento la veterana?


¡Fácil!, la miró fijo a la joven con esos ojos tiernos que solo una ancianita tiene y le esputó:

"¿No estás embarazada? ahhh, ¡¡ENTONCES HAY QUE BAJAR ESA PANZA!!"


EN DEFINITIVA, UNA NOTABLE MUESTRA DE INIMPUTABILIDAD, DE COMO UN BUEN ATAQUE CANCELA CUALQUIER CULPA QUE EL ERROR INICIAL PUEDA HABER PROVOCADO.


NO SEAN ENVIDIOSOS, YA LLEGAREMOS Y COBRAREMOS VENGANZA.