lunes, 22 de octubre de 2012

La lluvia cae sobre Montevideo ...

y nuevamente hay que salir a trabajar.

Si bien trabajo a unos 20 minutos de caminata suave, debido a que no deseaba mojarme, decidí tomarme uno de los hermosos ómnibus de Cutcsa.

Más allá de venir como sardina engordada con complemento concentrado, el tema de la lluvia al menos no me afectaría.

Tres cuadras, ascenso al ómnibus, trayecto, descenso y caminata final (nuevamente) de 3 cuadras hasta mi trabajo.

Todo venía bastante bien, hasta que nuestra intendenta Ana Olivera (y me importa poco que alguno se enoje por temas políticos) logró su cometido. 


Estaba cerca, pero (como se muestra en la foto) me encontré con todo el arsenal necesario para complicarme la mañana.


 

E) "Gobernante y gobernado"
Basuras múltiples, si bien no aplica para el tema del post no quería perderme la chance de hablar de la mugre que empapela mi ciudad.
Esto se da tanto por políticas equivocadas, como por lo EXTREMADAMENTE MUGRIENTOS que somos en esta ciudad.
¿Para qué caminar 10 metros hasta el basurero? Es más fácil tirarlo acá.

D) "Where is the Baldosa"
Si bien en este caso no sucedió, es muy habitual que esta ausencia de baldosas unido a  una gran cantidad de precipitaciones configure una petit "Olimpic Pool".

C) "Dog Sor ET"
Restos orgánicos derivados de la digestión de mascotas hogareñas de la familia de los caninos. Ideal para vincularnos diariamente con la naturaleza.

B) "Charquito escondido"
Indudablemente es muy difícil colocar las baldosas a nivel, gracias a eso (salvo que vengamos con una cámara a nivel de piso) no tenemos forma de no chapotear cual niño de 5 añitos.

A) "Poné mezcla papá"
Este es indudablemente el As debajo de la manga, si lograste esquivar a los caninos, los pozos, los charcos y a los hijos de p#@% que en auto te salpican con alegría, tenemos esta "mina personal" de agua. 

Esas baldosas flojas, casi imperceptibles, son la forma más segura de enchastrarte pantalón, zapatos, medias y si usas boxer ... creo que no se salvan tampoco.

Pero claro, no da para quejarse, en definitiva pagamos unos impuestos casi inexistentes ... ¿no?

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