martes, 20 de julio de 2010

¿Podrás apagar eso un poquito?

(440 palabras (intentando volver a los relatos cortos))

Motiva esta petit disertación la necesidad cuasi patológica de filmar que se puede ver en la gente.

Ya no hablo de la necesidad de sacar fotos o filmar el “que lo cumplas feliz” de tu niño pequeño, no! Se ve en todos los ámbitos, recitales de rock, en reuniones de amigos y como imagen más llamativa y actual: los jugadores de futbol en el mundial de futbol (Sudáfrica 2010)

Esto sucedió tanto en el mundial, como en los recibimientos de las selecciones en sus países de origen. Veamos por ej: Uruguay y Holanda





Y quiero decir que si bien en algunos casos es comprensible, debería haber una predisposición mayor a disfrutar el momento y no tanto a intentar grabar compulsivamente todos y cada uno de los momentos que se van viviendo.

¿Hasta donde está bueno vivir un "gran momento" rotando entre disfrutarlo con tranquilidad y el asegurarse que dicho evento esté quedando centrado en el visor de 4 pulgadas de la cámara de fotos?





¿Cuanto se pierde por preocuparse enfermizamente que la foto “salga bien”?

Que fácil era antes cuando uno cantaba el feliz cumpleaños, y a lo sumo te molestaban durante 1 minuto para sacarse 5 o 6 fotos con la torta (la familia del padre, la familia de la madre, los primos, etc).

Ahora estamos 1 minuto y medio PARA CADA FOTO, mirando para todos lados, buscando las cámaras de fotos, de video, los celulares, etc de 20 paparazizis (ex-familiares) que te gritan desesperadamente “MIRA PARA ACÁ!”



En definitiva te sacan 20 fotos y ninguna sale bien:
¡ NUNCA ESTAMOS MIRANDO TODOS PARA EL MISMO LADO !

Y lo peor es que esas fotos son en formato digital, o sea que solo están a un email de distancia. Sin embargo duplicamos 20 veces una misma foto y (reitero), en un 95% con gente mirando para otro lado.

Otro ejemplo son los recitales de rock. Asistí al concierto de los Guns and Roses y apenas veía una mancha (Axel) a 90 metros de distancia.
¿Y qué pasó? Lo habitual, yo y cientos más, obtuvimos unas imágenes absolutamente inútiles con nuestros teléfonos de gama media.

Y cuidado que reconozco que las fotos y videos son muy útiles, y más aún con la habilidad de editar y crear videoclips que afortunadamente tengo. Se que los resultados pueden son hermosos y emotivos.

Sin embargo y como una conclusión personal, creo que hemos perdido el equilibrio necesario, nos llenamos de material inútil que terminamos desechando y al final simplemente:

No logramos disfrutar en plenitud de algunos momentos que tenemos la oportunidad de vivir.

Piensen cuanto de esto les sucede en su vida diaria.

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